En el año 1924, recientemente habilitada la Universidad del litoral y a través del impulso de un grupo de jóvenes estudiantes entusiastas, se realiza el Primer Torneo de Atletismo, que se lleva adelante el 6 de Septiembre y se programa la entrega de premios para el 20 de ese mismo mes. Y se había pactado que la entrega de las copas y las medallas estaría a cargo de Francisca Montaut, estudiante de medicina – una de las diez mujeres de un total de 167 alumnos que se habían inscripto en el primer curso de la especialidad- y que posteriormente se convirtiera en la primera médica recibida, en Julio de 1929, en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Litoral.

Una vez terminado el acto de premiación, a viva voz, se expresó la idea de conformar un club que pudiera albergar a los estudiantes universitarios, brindándoles un espacio deportivo y de desarrollo social. Y es de este modo que nace el Club Universitario de Rosario. Y hubo 46 firmantes de ese primer Acta de constitución de nuestra institución.
Y fue Francisca Montaut, esa mujer que supo dar los primeros y fundamentales pasos que abrirían las puertas a tantas otras profesionales que fueron surgiendo con posterioridad, quien firmó ese Acta fundacional. Francisca Montaut junto a los otros 45 firmantes. Francisca Montaut sabiendo brillar desde siempre. Parte de nuestra institución. Parte de nuestra cultura universitaria. Parte de la semilla. Parte de la historia. Recordemos a Francisca Montaut. Como se ha mencionado, se graduó como médica en la Facultad de Ciencias Médicas, Farmacia y Ramos Menores, en julio de 1929. Un año después de su graduación ingresó al Hospital de Niños -actual “Víctor J. Vilela”-, inaugurado el 14 de Julio de 1930. Posteriormente, Francisca Montaut tuvo activa participación en los comienzos de la Sociedad de Pediatría de Rosario, fundada el 2 de abril de 1936, y fue integrante del Comité de Publicaciones de la primera Comisión Directiva. Y es válido reiterar su valía reafirmando que, fue una de las primeras mujeres de nuestro país que lograron formarse y obtener, en las primeras décadas del siglo XX, su grado universitario en Medicina. Y para tomar una medida de la trascendencia de su logro, es de citar que hasta 1940 menos de 20 mujeres lograron obtener el título de médicas. Fancisca Montaut, en la célula inicial de nuestra querida institución. Y haciendo un puente mágico, a través del tiempo, hemos invitado como columnista a la primera mujer en ser parte, en su momento, de la Comisión Directiva de Universitario, la Dra. Ana Turiella, con su voz tan inteligente como clara y tan enérgica como necesaria.

Uno de los roles más importante que tuve dentro de UNI es ser la primera mujer miembro de la Comisión Directiva del club, corría el año 1996 cuando comencé como Vocal suplente, luego Vocal titular y finalmente Secretaria junto a las presidencias de Daniel Salvo. En los primeros años fui la única mujer en un grupo de hombres, en un órgano donde se designan las políticas y acciones para el futuro del club. Al principio no fue fácil, tenía que comprender y encajar no solo en la dinámica del trabajo de la Comisión Directiva sino también en el mundo de los hombres. Poco a poco, con la escucha, el hacer, el diálogo, el consenso y el respeto entre todos, fui ocupando el lugar y ejerciendo mis funciones. Participé en la toma de decisiones, con aciertos y también con errores, desde la resolución de situaciones cotidianas hasta la determinación de obras de envergadura, como la pileta cubierta en Uni centro o la primera cancha de césped sintético de Hockey -para mencionar algunas-, que hicieron que nuestro club crezca y siga con su empuje y desarrollo.

Formar parte de la vida dirigencial de Universitario, de los proyectos, tener la posibilidad de hacer, actuar y tomar decisiones son compromisos que implican responsabilidad, tiempo que le restamos a nuestra familia, a nuestras labores, a nuestros estudios. El trabajo fue intenso y fructífero, codo a codo, siendo una más, sin importar el género.

Posteriormente, se incorporaron otras mujeres y el camino se fue abriendo para que ocupemos espacios de liderazgo, teniendo conciencia que todavía falta lograr mayor participación a nivel dirigencial. La Comisión Directiva está compuesta por 18 miembros, hoy hay tres mujeres integrándola, dos de ellas en cargos de jerarquía, la Ing. Alejandrina Booth, Vicepresidenta, y la Dra. Marisa Gasparini, Secretaria, y, como Vocal suplente, la Lic. Valeria Aeschlimann.

El 8 M, día que se conmemora la lucha de la mujer por su participación en la sociedad y su desarrollo integro como persona, en pie de igualdad con el hombre, nuestro club publicó en las redes «EN UNI LA MUJER ES PROTAGONISTA», es una frase fuerte, que nos hace reflexionar -a hombres y mujeres-: ¿Cómo las mujeres somosprotagonistas? ¿Qué acciones tomamos en esta lucha por la igualdad de género?
¿Qué lugar ocupamos en la vida de nuestra institución?
Las mujeres son actores fundamentales dentro de la vida societaria de UNI y tienen su protagonismo en distintos ámbitos: integrando y dirigiendo las Capitanías, como deportistas, managers, árbitros, entrenadoras, profes, etc. Nuestro club está inserto en una sociedad todavía patriarcal, donde la desigualdad de género la vemos a diario. Los cambios se realizan desde adentro para que se expandan, por ello, creo que es necesario que nos planteemos políticas de paridad de género dentro de la institución. Redistribuir el poder en forma equilibrada entre hombres y mujeres ayuda a construir relaciones horizontales de igualdad y liderazgos libres de estereotipos y prejuicios, fundamentales para el crecimiento de nuestros
niños y niñas con equidad, percibiendo el género como espectro y no como dos conjuntos de ideales opuestos. Es una invitación a pensar, a dar un paso adelante. Es importante que las mujeres sigamos estando presentes y participando cada vez más en nuestro querido UNI.