Sobre finales del pasado año, organizamos, una reunión de camaradería, convocando a ex Presidentes de nuestro Club. Presidida por el actual Presidente, Ing. Andrés Sylvestre Begnis, la charla distendida y las sonrisas, así como las anécdotas, fueron fluyendo naturalmente. Y estuvo presente el Dr. Magín Moliné, cuyas palabras, a través de un análisis inteligente, agudo
e intenso, se hacen presentes en esta nota. También fueron de la partida el Dr. Daniel Salvo, el Dr. Ricardo Venier, el Ing. Esteban Drincovich y el Prof. Alfredo Fasce.

Estos hombres que se nombran han presidido nuestro club en diferentes períodos, a través de circunstancias diversas, tanto de la institución como del país, con una característica que los iguala: han dado lo mejor de sí mismos y han hecho de ese cargo, que les ha tocado llevar adelante, un espacio de entrega.

Siempre se aprende de ellos. Siempre es interesante la charla. Siempre tienen algo para contarnos. Algo que refleja su semblanza a partir de las palabras que se van entrelazando con fechas, momentos, amigos, idas y venidas, ilusiones, proyectos y mucho amor por el club Universitario.
Invitamos a Magin Moliné a realizar un repaso de sus tiempos en el club. Y en la concentración del texto surge, claramente, esa base afectiva que une, a todos los Universitarios, de manera fundamental. Agradecemos estas palabras del Dr. Magin Moliné, a quién siempre es interesantísimo escuchar. Gracias Dr. Moliné. Muchas gracias Dr. Magin Moliné..

Yo divido mi vida en el Club desde el punto de vista social, deportivo e institucional y, a decir verdad, después de mi familia y mi trabajo, Universitario, ha sido prioridad ante todo.
Llegué a Universitario a los 14 o 15 años, de la mano de mi hermano y algunos otros amigos. 
Yo venía del Fútbol pero, haciendo caso a estos amigos, entre los que estaba José Herranz, comencé jugando al Básquet y al Rugby hasta que, finalmente, opté por este último deporte en el que me desarrollé y jugué hasta los 46 años, continuando en Veteranos. Pero, es de hacer notar, que en aquellos años todos jugábamos a todo: Básquet, Rugby, Waterpolo, Paleta, Fútbol y hasta Hockey. Eran otros tiempos y los deportes se podían practicar de modo alternado.
Desde el punto de vista institucional mi llegada a la presidencia fue previamente escalonada, como para ir tomando la templanza necesaria para llevar adelante el cargo, como me sugerían aquellos Próceres que están en mi memoria. Así fue que pase desde Ayudante de Intendente hasta la presidencia misma.
Cuando asumí la presidencia ya estaba instalada la idea de amateurismo y profesionalismo en los deportes. Y el amateurismo, difícilmente expresable, se lleva adelante con gestos institucionales, dando al deportista un espacio en que pueda desarrollarse y sentirse cobijado bajo los colores del Club. Y para llevar adelante esta idea deportiva es necesario contar con una infraestructura acorde y, fundamentalmente, mantener los principios y valores de nuestraInstitución: el amateurismo, la solidaridad, la entrega, el dar. Valores que nos legaron grandes hombres que me precedieron. Dar sin esperar nada a cambio, de eso se trata. Así se debe hacer crecer este gran Club Universitario de Rosario.
Desde el punto de vista familiar debería resumir todo diciendo que mi familia se crió en el Club Universitario. Tomás, Guillermina, Magin e Yvonne han sido o siguen siendo parte de este Club. Y debo reconocer que, en más de una oportunidad, me he brindado más al Club que a la familia. Y es que en realidad es lo mismo. ¿O el Club no es, de algún modo, nuestra familia?
Es difícil expresar mi sentimiento respecto del Club Universitario. Tal vez podría decir que es exagerado. Es el lugar al que llegué para quedarme para siempre.
Me parece fundamental recordar a quienes me han acompañado, de una u otra manera, en la vida institucional y a riesgo de omitir tanta gente: Jaime Slullitel, Humberto De Gaetano Ginés, Don Adolfo Rodríguez, Bolita Castagnino, Mario Menchaca, Don Ángel Caballero, Don Enrique Cascote Caballero. Hombres que me indicaron el camino correcto, que más allá de los resultados deportivos, lo importante es la amistad y los valores que se deben mantener. Y fueron 10 años como Presidente de este Club, del Club Universitario de Rosario. La familia, los amigos, los valores: la vida misma.